Necesidades
Dia a dia surgen; emanan, por asi decirlo, de nuestra naturaleza Humana, yo que suelo ser un feroz defensor de la apocaliptica idea de que la Ambicion nos llevara al final, me doy cuenta "dia a dia" de como, mi ambicion Humana me lleva cada vez mas hacia lo que deseo, sin ser por ello ni remotamente, lo que en verdad podria hacerme bien o llevarme a donde deberia estar, peor aun a donde mereceria estar, sin embargo las necesidades se presentan; las creamos. las satisfacemos, las atesoramos, las limitamos, las negamos, las aceptamos, las saciamos, las reinventamos, y en el mejor de los casos desde mi punto de vista y formacion: las precisamos para cumplir o alcanzar un objetivo determinado, que aun asi nos llevan a ese lugar que dificilmente sabemos si es o no correcto.
Fotografia: Monumento al Ahogado: Playa Brava, Punta del Este, Uruguay
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Anónimo -
La redacción que sigue fue escrita por un candidato en una selección de personal en Volkswagen; la persona fue aceptada y su texto está haciendo furor en Internet por su gran sensibilidad:
Ya hice cosquillas a mi hermana solo para que dejara de llorar, ya me quemé jugando con una vela, ya hice un globo con un chicle y se me pegó en toda la cara, ya hablé con el espejo, ya jugué a ser brujo. Ya quise ser astronauta, violinista, mago, cazador, y trapecista, ya me escondí atrás de la cortina y deje olvidados los pies afuera, ya corrí por el timbre del teléfono, ya estuve bajo la ducha hasta hacerme pis.
Ya robé un beso, confundí los sentimientos, tomé un camino errado y sigo andando en lo desconocido. Ya raspé el fondo de la olla donde se cocinó la crema, ya me corté al afeitarme muy apurado y lloré al escuchar determinada música en el ómnibus.
Ya traté de olvidar a algunas personas y descubrí que son las más difíciles de olvidar.
Ya subí a escondidas a la azotea para agarrar estrellas, ya subí a un árbol para robar fruta, ya me caí por una escalera. Ya hice juramentos eternos, escribí el muro de la escuela y lloré sentado solo en el piso del baño por algo que me pasaba, ya huí de mi casa para siempre y volví al instante siguiente.
Ya corrí para no dejar a alguien llorando, ya quedé solo en medio de mil personas sintiendo la falta de una sola. Ya vi ponerse el sol y cambiar al rosado y al anaranjado, ya me tiré a la piscina y no quise salir más, ya tome whisky hasta sentir mis labios dormidos, ya miré la ciudad desde arriba y ni aún así encontre mí lugar.
Ya sentí miedo de la oscuridad, ya temblé por los nervios, ya casi morí de amor y renací nuevamente para ver la sonrisa de alguien especial, ya desperté en medio de la noche y sentí miedo de levantarme.
Ya aposté a correr descalzo por la calle, grité de felicidad, robé rosas en un enorme jardín, ya me enamoré y creí que era para siempre, pero era un "para siempre" por la mitad.
Ya me acosté en el pasto hasta la madrugada y ví cambiar la luna por el sol, ya lloré por ver amigos partir y luego descubrí que llegaron otros nuevos y que la vida es un ir y venir permanente.
Fueron tantas cosas que hice, tantos momentos fotografiados por la lente de la emoción y guardados en ese baúl llamado corazón.
Ahora un formulario me pregunta, me grita desde el papel: ¿Cuál es su experiencia? Esa pregunta hizo eco en mi cerebro, experiencia...
Experiencia... ¿Será que cultivar sonrisas es experiencia?
No, tal vez ellos no saben todavía ver los sueños.
Ahora me gustaría preguntarle al que redactó el formulario:
¿Experiencia?
¿Quien la tiene si a cada momento todo se renueva???